sábado, 31 de agosto de 2019

TARTA XANA PASTEL DE TURRÓN DE CHOCOLATE PORCELANA NEGRO CON ALMENDRAS, AVELLANAS, Y GALLETAS DE CANELA CON RALLADURA DE LIMÓN AL YOGUR GRIEGO DE QUESO, CALADA CON LICOR DE KIRSCH, Y GUARNICIÓN DE CHANTILLY, PICOTAS EN ALMÍBAR, UVAS ROJAS NATURALES “DEDOS DIVERTIDOS”, LECHE MERENGADA HELADA, Y SALSA DE CHOCOLATE

TARTA XANA
PASTEL DE TURRÓN DE CHOCOLATE PORCELANA NEGRO CON ALMENDRAS, AVELLANAS, Y GALLETAS DE CANELA CON RALLADURA DE LIMÓN AL YOGUR GRIEGO DE QUESO, CALADA CON LICOR DE KIRSCH, Y GUARNICIÓN DE CHANTILLY, PICOTAS EN ALMÍBAR, UVAS ROJAS NATURALES “DEDOS DIVERTIDOS”, LECHE MERENGADA HELADA,
Y SALSA DE CHOCOLATE

Ø INGREDIENTES:

ü  Del turrón de chocolate con frutos secos:

o    300grs, de chocolate porcelana negro (95%).
o    100grs, de mantequilla.
o    75grs, de almendras crudas.
o    75grs, de avellanas crudas.
o    50grs, de azúcar.
o    50grs, de miel.

ü  Del yogur:

o    Un litro de leche entera, completo.
o    Un yogur natural.
o    120grs, de queso Touloumotiri bien ralladito. Sustitutivamente podemos utilizar una cantidad similar de queso en crema natural.
o    Dos cucharadas de leche en polvo.

ü  Del Chantilly:

o    400cc, de nata para montar (35% de materia grasa).
o    75grs, de azúcar glacé (o glas, impalpable, nevazucar, etc.),
o    Gelatina neutra granulada, siguiendo las especificaciones del fabricante para el volumen a obtener o trabajar.
o    60cc, de agua (cuatro cucharadas).
o    Opcional: una cucharadita de algún tipo de esencia (vainilla, azahar, etc.).

ü  De las galletas a la canela y ralladura de limón:

o    Un huevo grande, fresco.
o    125grs, de azúcar.
o    125grs, de mantequilla.
o    Una cucharada colmada de canela molida en polvo.
o    Una cucharada de ralladura de limón.
o    ½ cucharadita de bicarbonato.
o    175grs, de harina de fuerza.

ü  Del licor de Kirsch, si se desea una elaboración propia:

o    Dos litros de aguardiente, u opcionalmente, un litro y medio de alcohol etílico, y medio litro de agua.
o    ½ kilo de huesos de cereza, repelados, limpios, y machacados, o triturados.
o    ¼ de kilo de huesos de albaricoque, repelados, limpios, y machacados, o triturados, o enteros, al gusto (si se machacan, o trituran, el sabor será más intenso, y si son enteros, será más suave).

ü  De la leche merengada helada:

o    Un litro de leche entera.
o    300grs, azúcar.
o    Una rama de canela.
o    La corteza de un limón.
o    Tres claras de huevo.
ü  De las picotas, cerezas, o guindas en almíbar:
o    Un kilo de picotas frescas.
o    Un kilo de azúcar.
o    ½ litro de agua.

ü  De la salsa, jarabe, o sirope de chocolate:

o    Entre 175, y 200cc, de agua, según se quiera de espesa.
o    ¼ de kilo de azúcar blanco o moreno, al gusto (o mezcla de ambos).
o    Entre 75, y 100grs (según agua utilizada), de cacao en polvo.
o    30grs, de mantequilla normal.
o    Opcionalmente, se le puede añadir algún tipo de esencia: vainilla, azahar, etc.

ü  De la guarnición de uvas “dedos divertidos”:

o    Un racimo de esta variedad de uvitas dulces.

ü  Para el montaje final y horneado de la tarta:

o    Cuatro huevos frescos, separadas las claras de las yemas.
o    Una cucharadita de bicarbonato sódico.
o    El zumo de un limón recién exprimido.

Ø PREÁMBULO Y DEDICATORIA:

         Tal, y como ya he explicado en anteriores ocasiones, la declaración de “Día Internacional del Niño con Cáncer”, fue llevada a cabo en Luxemburgo en el año 2001, y fue creado por la Organización Internacional de Cáncer Infantil, CCI (antes conocida como ICCCPO, Confederación Internacional de Organizaciones de Padres de Niños con Cáncer), una red formada por 177 organizaciones nacionales de padres de niños con cáncer en 90 países, de todos los continentes.
         Fue celebrado por primera vez en el año 2002, y desde entonces ha generado el apoyo de redes globales e instituciones, y cuyo símbolo es el lazo “Dorado”, comparando la fortaleza y resistencia de los niños con cáncer, con el indestructible, inoxidable, dúctil, y maleable, oro.
         Posteriormente, y a petición de la Federación Española de Padres de niños con Cáncer, el Ministerio de Sanidad de este país, acordó la declaración como “Día nacional del niño contra el cáncer”, el 21 de diciembre.
         Este “Día Internacional del Cáncer Infantil”, se supone que tiene como objetivo sensibilizar y concienciar acerca de la importancia de los desafíos a los que se enfrentan los niños y adolescentes y sus familias ante un reto como este, y que en muchos casos no existe solución favorable, y a la necesidad imperiosa de que todos los niños, en cualquier lugar del mundo, tengan acceso a un diagnóstico y tratamiento, precisos, y a tiempo.
         Organizaciones del todo mundo, así como instituciones públicas y privadas, grupos de la sociedad civil y el mundo académico, han empleado el símbolo del lazo dorado para expresar su apoyo y solidaridad a la lucha contra el cáncer infantil.
         Aunque, hoy por hoy, todavía no ha alcanzado la importancia y visibilidad del lazo rosa del cáncer de mama, o el rojo del VIH, por ser menos interesante para los que deciden qué es lo que sí, y que es lo que no es realmente importante o merecedor de tal privilegio.
         El Día Internacional del Cáncer Infantil destaca la necesidad de acciones mundiales concertadas para abordar el creciente desafío que plantea esta enfermedad no transmisible, pero sí cultivable y apto para sembrar.
         A nivel mundial, el cáncer infantil y adolescente amenaza con rebasar las enfermedades infecciosas, como una de las principales causas de mortalidad relacionada con enfermedades en los niños.
         El objetivo final y el mensaje unificado de la campaña ICCD es “Advance Cures and Transform Care”.
         Este mensaje resalta las inequidades, y la evidente disparidad en el acceso a la atención en la mayoría de los países de bajos y medianos ingresos, que es donde vive el 80% de los niños con cáncer.
         Los niños y adolescentes en África, Asia, América Latina, y en partes de Europa del Este y del Sur, aún no tienen acceso a un tratamiento adecuado que incluya medicamentos esenciales, y atención especializada.
         Actualmente, donde uno vive, y en qué lugar del mundo, a menudo determina la capacidad de los niños para sobrevivir al cáncer infantil.
         Pero tal, y como ustedes saben, y yo también, todo esto anteriormente dicho, no es más que la pantalla donde se esconden las criptofuerzas que eligen quien vive, y quien muere, tanto en este país, como en el resto de este mundo.
         La realidad es que detrás de todo esto no hay más que enormes manejos de dinero que, con la excusa de una enfermedad que, desde hace muchos años, se sabe que es perfectamente “sembrable”, o “impalantable”, lo mismo que el sida, el ébola, y otras doscientas o trescientas más que tienen reservadas para seguir controlando al mundo, de forma y manera que se crea una necesidad, para poder vender productos que la curen.
         De hecho, y ustedes habrán podido comprobarlo, que grandes personajes, y con suficiente dinero para ello, por mucho cáncer que tengan, en la mayoría de los casos, hallan “milagrosamente”, la cura oportuna. ¿O esto no es cierto?
         Incluso las propias organizaciones tanto públicas, como privadas, o de padres, han constituido especies como de mafias restringidas, donde casi es imposible entrar o acceder. ¿Qué es lo que ocultan?
         Pues por eso, la organización que nosotros privadamente promovemos, sí que realiza, aunque a escala real, e infinitamente muy pequeña y minúscula, una labor fundamental y bien real, de ayuda a estos pequeños y a sus familias, pero de verdad, sin mentiras, engaños, ni subterfugios.
         Motivo este por el que por ejemplo hoy, no facilito la totalidad de la receta, porque cambio unas cosas por otras similares y parecidas, puesto que la misma, está protegida bajo derechos de autor, cedidos altruistamente a la Fundación que sufrago, sin recibir ni percibir ayuda externa o ajena de ningún tipo y su confección se halla restringida a una cadena multinacional, con la cual se ha llegado a un acuerdo de comercialización y explotación, pero con otro nombre, y cuyos beneficios, como siempre, sin intermediarios de ninguna clase, ni bolsillos que llenar tampoco de absolutamente nadie, se destinará íntegramente a sufragar los gastos de la misma, y a la ayuda efectiva y veraz, de dichos niños y de sus familias.
         Solo quienes hemos vivido en carne propia la pérdida de un ángel que, tras mucho intentar volar durante más de dos años, al final cayó abatido, y que es nuestro estandarte, y la única foto que, con el debido permiso de sus padres, nosotros en ocasiones esporádicas utilizamos, y no como publicidad, sino como tributo a un ser que, incomprensiblemente, y con apenas siete años, tuvo que ceder ante un cáncer, nada menos que de próstata.
         Un ser angelical que, apercibiéndose de su final, era capaz de consolar a sus afligidos y desesperados padres, diciéndoles que donde él iba, iba a estar bien, con sus abuelitos, y con gente que lo quería.
         Eso es un niño con cáncer, a veces no jugamos con ellos lo suficiente porque pensamos que tenemos muchas cosas muy importantes que hacer, pero que cuando se van a jugar con los otros angelitos, los echamos de menos que jode y, aunque posteriormente incluso se puedan engendrar más hijos, eso de que “un clavo saca otro clavo”, aquí no se cumple para nada, porque cuando un hijo se va, queda un espacio baldío que jamás lo podrá llenar la llegada de otro hijo, porque ese espacio, era suyo, y no se puede ni transferir ni rellenar con otro.
         Ese niño, y que fue mi sobrinito Jorge Alejandro, al cual solo pude ver y conocer un solo día de mi vida, fue capaz de como si yo fuera una res, dejar grabado a fuego en mi alma, todo el amor e inocencia que un niño de apenas cinco años, puede tener.
         Pero hoy, me toca rendirle honores y tributo, a otro ángel que ha caído en la lucha desigual de la vida contra la muerte, porque que una persona viva o no, siempre será optativo y condicionado a otros factores externos y ajenos a ella misma. Pero si llega a vivir, lo único que tendrá cierto siempre, y a lo largo de toda su existencia, es que algún día habrá de morir, de una, u otra manera.
         Xana, o su diminutivo afectivo y cariñoso: “Xanita”, es un peculiar nombre perteneciente al mundo de la mitología ancestral y antigua de Asturias, (España), y hace referencia las Hadas Xana, y se podría traducir dicho nombre de forma similar a: “La que trae la luz desde Dios”.
         No creo que haya nadie, ni ninguna persona más o menos civilizada de este planeta, que desconozca la irreparable herida y pérdida, y el inmenso y desconsolado sufrimiento por el que una más que conocidísima familia española, ha tenido que atravesar recientemente en estos últimos días.
         Y, desde luego, este pequeño y humilde reconocimiento, no es para tratar de alentar a sus afligidos padres, que de ninguna manera podría consolarlos, si no para rendirle tributo a una de mis pequeñas “Superwoman´s”. Sí, a una de esas pequeñas personitas que, una vez tras otra, nos dan la inmensa lección de aceptación y resignación, de la cual la mayoría de los adultos carecemos.
         Y es que padecer o sufrir de osteosarcoma, no es cualquier cosa, porque es una enfermedad tumoral que destruye las células del tejido óseo y lo debilita.
         Esta terrible enfermedad, y que lo que nadie dice, que es que es una de las más terribles y dolorosas que existen, se origina en las células óseas más inmaduras que son las que generan hueso nuevo (los osteoblastos), por lo que tienden a afectar a los niños que están experimentando el estirón propio de la adolescencia.
         El osteosarcoma es el tipo más frecuente de cáncer de huesos, y representa aproximadamente un 3% de los cánceres infantiles.
         Es uno de los pocos cánceres que se empiezan a desarrollar en los huesos, pero que a veces también se extiende a otras partes del cuerpo, como a los pulmones y/o, a otros huesos.
         Puede aparecer en cualquier hueso del cuerpo humano, pero es mucho más frecuente en las partes óseas cercanas a la articulación de la rodilla, como son el extremo distal del fémur, y el proximal de la tibia. Aunque también, cerca de la articulación del hombro.
         Suele aparecer de manera esporádica y no guarda relación alguna con otras enfermedades en el paciente o en la familia.
         Cierto es que los niños que lo padecen suelen o tienden a ser más altos que de costumbre para su edad, lo que sugiere que el rápido crecimiento óseo favorece el desarrollo de esta enfermedad.
         Tampoco hay explicación genética, excepto en el caso de niños con historia familiar de retinoblastoma (que un tumor del ojo), los cuales sí que tienen un mayor riesgo de padecer este cáncer óseo.
         También, aquellas personas que hayan seguido un tratamiento con quimioterapia o radioterapia que incluya radiación en algún hueso, tienen un mayor riesgo de llegar a desarrollar un osteosarcoma en ese lugar.
         También afecta más a los adolescentes, por el crecimiento de los huesos, con mayor incidencia en los niños, que en las niñas.
         La mayoría de los osteosarcomas surgen a partir de errores aleatorios e impredecibles en el ADN de células óseas en proceso de crecimiento y durante periodos de intenso crecimiento óseo, aunque entre el 60, y el 80 por ciento de los niños con osteosarcoma, se recuperan.
         La forma de atacar este tumor óseo incluye la quimioterapia por vía intravenosa, que entra en el torrente sanguíneo para destruir las células cancerosas y reducir el cáncer. Después, interviene la cirugía, con el objeto de para extirpar el tumor o tumores y más quimioterapia para terminar con las células malignas que hayan podido resistirse o minimizar las probabilidades de que reaparezcan.
         Como pocas cosas podría yo añadir a todo lo que ya se ha dicho, yo personalmente, y todo el equipo de Cocinero Sin Frontera y su altruista Fundación, nos unimos a las hermosas palabras de su doliente padre, Luis Enrique, y aunque jamás tuvimos la suerte de poderla conocer, también la echaremos de menos, y la recordaremos como a una de nuestras diminutas estrellas, pero que son nuestras grandes “Superwoman´s”.
         Descansa en paz, querida Xanita, y desde allá donde estés, si puedes, guía y alumbra con tu luz, el difícil camino que les queda por recorrer a tus padres, hermanos, y demás familia.
         Espero que, aunque tú ya no puedas probar esta original tarta inspirada en ti, al menos sea de tu agrado, porque con todo mi respeto, y mi mayor cariño todavía, yo te la brindo y ofrezco para que la compartas con el resto de angelitos con los seguramente estarás ya jugando.
         Mi más sentido y sincero pesar por tu ausencia.

Ø ELABORACIÓN:

ü Del turrón de chocolate con frutos secos y miel:

         Pues tal y como ya he comentado, no voy a entrar en descripciones de cómo elaborarla, pero sí que les voy a describir, muy sucintamente, todos los ingredientes que conlleva, “grosso modo”, porque en realidad, no tiene nada de especial, salvo la combinación de los mismos, que es lo que hace que, independientemente de que como repostería que es, las calorías no se deben de contar, corriendo para ello un tupido velo por delante, observen que en su misma descripción, prácticamente ya se dice casi todo lo que contiene.
         Pero de una forma armónica, donde los ingredientes han sido pensados y concatenados para que aporten nutrientes sanos, y mucha proteína, que haga que, en sí misma, una sola ración de este pastel, aporte todo lo necesario para que, de una forma divertida y agradable, se pueda considerar una comida completa por sí sola.
         Para empezar y, en primer lugar, porque este paso se debe de realizar previamente a cualquier otra acción, en una sartén aparte, muy ligeramente embadurnada de mantequilla, a fuego suave pondremos tostar las almendras y las avellanas ya peladas.
         Antes de que empiecen a oscurecer o a adquieran un tono marrón tostado demasiado subido, las retiraremos y dejaremos reposar en un recipiente previamente enfriado para que, sin dejar de remover, se evite el que por calor residual se sigan tostando más y se corra el riesgo de que se nos lleguen a quemar. Después, dejaremos enfriar o atemperar del todo.
         Mientras se terminan de enfriar los frutos secos, pondremos a calentar al baño María un recipiente suficientemente amplio, y una vez arranque suavemente el hervor del agua que lo rodea, y esté bien caliente, pondremos a derretir el chocolate, ayudándole con una nuez de mantequilla. Al mismo tiempo que se empieza a derretir el chocolate, lo iremos mezclando e integrando con dicha mantequilla, siempre con ayuda de utensilio de madera.
         Por otra parte, pero al mismo tiempo, y en otro recipiente aparte, empezaremos a mezclar el resto de la mantequilla, el azúcar, y la miel, hasta que el resultado quede muy cremoso, brillante, y bien homogéneo.
         Seguidamente, y a continuación, cuando ambas preparaciones estén en punto de crema, añadiremos la mezcla de mantequilla, miel, y azúcar al cazo donde tenemos todo el chocolate derretido, y continuaremos amalgamando sin parar, hasta que queden bien integradas ambas.
         Por último, dispondremos en un molde los frutos secos previamente tostados, y vertemos por encima la mezcla, procurando cubrir muy bien toda la superficie del mismo, hasta cubrir bien dichos frutos secos.
         Una vez bien repartidos dichos frutos antes de que empiece el chocolate a solidificarse, deberemos dejar reposar el turrón entre uno, y dos días.

ü Del licor de “kirsch”:

         Esta es una bebida alcohólica, tradicional en muchas partes del mundo.
         Aunque la receta para elaborarlo se puede extrapolar a otras frutas, o sabores, básicamente consiste en una, más o menos, lenta maceración, de huesos, bien limpios y repelados de cereza y albaricoque, en aguardiente de alta graduación obtenido por destilación del vino o de otras sustancias que fermenten, como por ejemplo algunos frutos, o frutas, granos de algunos cereales, caña de azúcar, hortalizas, y remolacha.
         Todos ellos provenientes de multitud de plantas ricas en sacarosa, que es el elemento esencial para la elaboración de la bebida, ya que a partir de esta surge el etanol, siendo en principio el aguardiente, un alcohol diluido en agua.
         Siempre podemos comprar la botella del licor, ya elaborado. Pero si a alguien le apetece hacerlo de modo casero, y darle su toque personal, aquí explicamos cómo hacerlo nosotros mismos, y que, además, en lugar de ser un licor, más bien caro, resulte de lo más económico, y que además se reciclen, o reaprovechen, los desperdicios de las frutas que ya nos hemos comido.
         Para ello, una vez lavados y enjuagados muy exhaustivamente, secados, y machacados o triturados muy bien los huesos de cereza (o cualquier otra fruta), los pondremos a macerar en un frasco de vidrio, bien hermético, con los dos litros de aguardiente, si se elabora con este alcohol ya fermentado, o con el litro y medio de alcohol, y el medio de agua, si no estuviera fermentado.
         Lo guardaremos, bien cerrado, en lugar seco, y fresco, y a ser posible con poca, o ninguna luz, entre tres, y cuatro semanas.
         Transcurrido ese tiempo, añadiremos los huesos de albaricoque, bien limpios y, machacados, triturados, o enteros, al gusto, dejando que macere la mezcla, entre ocho, y diez semanas más.
         Una vez obtenido el punto, y sabor deseado, podemos filtrar y envasar, ya la totalidad del licor para su consumo, o bien filtrar tan solo una parte, y dejar seguir macerando el resto, con lo cual el sabor se tornará mucho más intenso.

ü Del yogur griego al queso:

         Como ustedes deben de saber ya, la diferencia del yogur griego, con el regular o normal, estriba en que para elaborar el yogur griego se elimina el suero, que es el líquido que queda después de que la leche cuaje, lo que da como resultado un yogur más espeso que el regular o normal, con mucho menos azúcar e hidratos de carbono, y muchas más proteínas (incluso puede llegar a tener el triple).
         Con ello, conseguimos que las proteínas den más sensación de saciedad, es decir, que se quedará uno más satisfecho, y con mucha menos hambre.
         Además, el yogur griego auténtico y verdadero, es una muy buena fuente de calcio, que ayudará a mantener los huesos y los dientes sanos, y beneficiará el perfecto y correcto funcionamiento de todo el sistema nervioso: el central, y el periférico.
         También regula la flora intestinal, y es muy rico en probióticos, por lo que ayuda a que las bacterias buenas se mantengan saludables, y que el sistema inmunológico sea fuerte.
         La textura final del yogur griego es cremosa, mucho más que uno normal, y que es más parecida a una cuajada. La razón de esto es que la elaboración del yogur griego se hace con una parte de nata.   Por lo demás, y para elaborarlo, se utiliza lo mismo que con cualquier otro yogur. Y es precisamente esa cremosidad lo que le hace muy útil para elaborar salsas. El toque ácido, viene a ser igual que en el resto de yogures.
         Pero en este caso, se ha sustituido la nata por queso “Touloumotiri”. Para ello se ha utilizado en lugar de la tradicional nata que se le añade al yogur griego, en una proporción de una parte de queso Touloumotiri (Τουλουμοτύρι) finamente ralladito, por cada nueve de leche entera y, además le vamos a agregar un par de cucharadas de leche entera en polvo, a fin de darle una mayor consistencia al asunto
         Este tipo de queso, es uno de los quesos griegos más difíciles de encontrar fuera de Grecia.
         Se trata de un queso dulce de leche de oveja (o, a veces de cabra) que se mantiene húmedo, guardándolo dentro de una “bolsita” con la piel de oveja (o de la cabra).
         Para elaborarlo, y tan solo para esta receta, utilizaremos un litro de leche entera, completo, un yogur natural, 150 gramos, de queso Touloumotiri bien ralladito (sustitutivamente podemos utilizar una cantidad similar de queso en crema natural), y dos cucharadas de leche en polvo.
         En primer lugar, echamos toda la leche en una olla y, a fuego moderado y sin dejar de remover para que se reparta en todo momento muy bien el calor, hasta que alcance una temperatura de 70º. Este punto es muy importante el no sobrepasarlo, puesto que por encima de 73ºC, las bacterias buenas, empezarían a morir, por tanto, es imprescindible intentar ser lo más exactos posible. Si no se dispone de termómetro de cocina al uso, lo que pueden hacer es la prueba del dedo, que consiste en introducirlo en la leche y poder contar hasta cinco segundos sin llegar a quemarse.
         Logrado esto, ya estarán en la temperatura idónea y, una vez alcanzada dicha temperatura, retiramos la cazuela del fuego.
         En un bol aparte, vertemos el yogur natural, porque este ya contiene la bacteria que provoca la fermentación de la leche. Le añadimos un cucharón de la leche ya caliente, y removemos hasta que el yogur quede disuelto completamente.
         Ahora, añadimos el queso y, a fin de que el yogur griego quede más firme, vamos a agregarle dos cucharadas de leche en polvo. Mezclamos profusamente y, finalmente, ya mezclamos el resultado con el resto de la leche todavía caliente.
         Volcamos el resultado final en el recipiente en que vaya a formase y quedar reposando el yogur mientras fermenta.
         Resulta absolutamente imprescindible y necesario que el futuro yogur quede todo lo más aislado y protegido que ello sea posible, en lo referente a la conservación de la temperatura que será la que ayude a fermentar, por ello resultará necesario el que dicho recipiente esté provisto de tapa, procediendo a taparlo de inmediato.
         A fin de aumentar dicho aislamiento, envolveremos el mismo en una toalla o pequeña mantita, y todo esto, a su vez, dentro de una bolsa de plástico de galga lo más gruesa posible. Después aprovecharemos el espacio interior y bien aislado que nos ofrece el horno convencional o el del microondas, y lo dejaremos reposar y fermentar lentamente de un día para otro (entre ocho, y doce horas, aproximadamente).
         Pasado este tiempo prudencial, abrimos el recipiente y comprobamos que las bacterias hayan hecho su trabajo. En este punto, y tal y como estará, ya se podría consumir, pero como lo que pretendemos es exacerbar su textura y cremosidad, lo que haremos es lo siguiente:
         Sobre un bol al uso, disponemos un colador metálico suficientemente amplio, y provisto de una tela de gasa o muselina, y volcamos el resultado del yogur sobre este montaje de forma y manera que quede todo perfectamente encajado. A partir de aquí, lo que ocurrirá es que, por la simple ley de la gravedad, el posible suero láctico que se haya formado, empezará a escurrir lentamente. No obstante, y se tiene más prisa, se puede coger dicha gasa o tela por las puntas y estrujar suavemente para que nos ayude a drenar dicho suero más deprisa todavía. Pero, si no se tiene excesiva prisa, lo mejor es dejarlo escurrir durante unas cuantas horas, bien resguardado ya dentro del frigorífico.
         Una vez bien escurrido, lo reservamos en un recipiente hermético, y lo guardamos en el frío, donde sin problema alguno podremos disfrutar de yogur griego al queso, durante incluso más de una semana, siempre claro está, se mantenga bien refrigerado.

ü Del Chantilly:

         Aunque les parezca casi lo mismo, la nata y el chantilly no son lo mismo.
         La nata se obtiene mezclando grasa de leche, leche, y azúcar, es decir, la nata montada de toda la vida. En cambio, el Chantilly también llamado (Chantillí), es una mezcla entre merengue y crema de mantequilla, sin absolutamente ningún otro misterio. Tan solo que hay que removerlo todo muy bien, hasta que los ingredientes se hayan combinado e integrado totalmente, dando como resultado una textura y un sabor del muy distintos a los de la nata, siendo este más consistente o pastoso y, sobre todo, mucho más dulce que la nata.
         Para empezar, y a modo de consideraciones previas, diré que la nata debe de estar muy fría (2ºC), así que no la sacaremos del frigorífico hasta el momento de montarla. También sería conveniente introducir el recipiente y las varillas de la batidora en el congelador, aproximadamente unas dos horas o tres, antes de empezar a trabajar. Al batir debemos de implementarle mucho aire a la mezcla para conseguir una consistencia cremosa, aireada, consistente, y bien firme. También habrá que tener mucho cuidado de no batir más de lo estrictamente necesario, porque un exceso de batido podría convertirnos el chantilly en mantequilla.
         La gelatina a usar, debe de estar bien templada o atemperada a la hora de incorporarla a la mezcla, porque si la incorporan demasiado caliente podría cortarles la nata y arruinar el trabajo hecho, y el dinero invertido.
         Para corroborar que hemos llegado al punto óptimo, deberemos de poder darle la vuelta al recipiente sin que se nos derrame un ápice y, en cuanto que hayamos terminado, mientras que proseguimos con el resto de la receta, lo reservaremos en frigorífico.
         Bien, pues una vez tomadas muy en serio estas consideraciones, en primer lugar, lo que haremos es poner a calentar el agua hasta los 55ºC (tibia). Añadimos la gelatina (que será la que nos sirva de estabilizante para que nos quede una crema al punto y bien firme.
         Mientras se atempera la gelatina, vertemos la nata en un bol de metal o de cristal bien frío y, a media potencia, batimos hasta que adquiera una cierta consistencia y en cuanto veamos que empieza a espesa, le agregamos la esencia de vainilla. Transcurridos un par de minutos, le agregamos el azúcar glas, pero no todo de golpe, si no en dos tandas, de modo que la segunda se agregará cuando la primera ya se haya integrado perfectamente.
         Continuaremos batiendo y, a partir de aquí, y muy poco a poco, vamos vertiendo la gelatina atemperada sobre la mezcla, subiendo al mismo tiempo la potencia de la batidora casi hasta el máximo. Cuando observemos que se empiezan a formar una especie de surcos o hendiduras en la mezcla, continuaremos batiendo durante un par de minutos más, o hasta que dichas hendiduras se acentúen un poco más, pero como dije, sin pasarse.

ü De las galletas de canela:

         En primer lugar, y sobre bol al uso, batiremos la mantequilla, que inexcusablemente deberá estar en pomada, junto con el azúcar. Opcionalmente podemos sustituir el blanco por azúcar moreno, o bien mezclarlos al 50%.
         En cuanto que hayamos obtenido una mezcla cremosa, añadimos el huevo y seguimos. Seguidamente, incorporamos la harina, que previamente habremos tamizado, junto a la canela y el bicarbonato, pero despacio y sin prisa, mientras que vamos amasando manualmente, hasta formar una bola de masa tersa y bien compacta, pero elástica. La cubrimos con papel film, o trapo de cocina bien limpio, y la reservamos en el frigorífico durante una media hora, aproximadamente.
         Transcurrido este tiempo, la extraemos del frio y la volvemos a amasar de nuevo.
         Ahora, y con ayuda de rodillo, sobre mesa de trabajo previamente enharinada, la extendemos en lámina, hasta dejarla de un grosor aproximado de unos tres, o cuatro milímetros (menos de medio centímetro).
         Con ayuda de un molde cortapastas, procederemos a recortar la masa, recordando que los posibles recortes, se vuelven a amasar y estirar del mismo modo, y se reaprovechan.
         Dispuestas ya sobre bandeja refractaria muy ligeramente embadurnada con mantequilla o aceite de oliva, y con el horno precalentado a 180ºC, sin función de gratinador, puesto que al ser muy delgadas se nos tostarían en exceso, las dejaremos hornear y dorar durante unos diez minutos, pero sin dejar de estar atentos y vigilarlas asiduamente, hasta que observemos que empiezan a estar un tanto doraditas.
         Extraeremos la bandeja, y dejaremos enfriar del todo. Si existe la posibilidad de más tandas, por haber hecho de más, pues continuaremos en la misma tónica.

ü De la leche merengada helada:

         En una cazuela al uso, y a fuego moderado, ponemos a hervir la leche, junto con la corteza de limón y la rama de canela, hasta que empiece a querer burbujear y/o hervir. Ahora ya retiramos del fuego, añadimos la mitad del azúcar, removemos bien para que se disuelva, tapamos la cazuela, y dejamos reposar, infusionar, y enfriar por completo.
         Una vez atemperada, la dejaremos reposar unas cuatro horas en el frigorífico.
         Cuando se haya enfriado muy bien, empezamos a montar las claras de huevo a punto de nieve, con ayuda de varillas eléctricas y una pizca de sal, añadiendo poco a poco la otra mitad del azúcar, hasta formar un merengue.
         Cuando el merengue esté bien consistente, lo mezclamos con la leche fría con movimientos suaves y envolventes, en primer lugar, para después aplicarle las varillas, pero con una velocidad suave, a fin de mezclar y amalgamar el conjunto, muy profusamente.
         Si se dispone de máquina heladera, no habrá más que introducir esta mezcla ya enfriada, y poner la máquina en marcha.
         Pero si no se dispone de ella, lo que pueden hacer es introducir la leche infusionada (sin el merengue), en el congelador y cada veinte minutos o media hora batirla con una batidora de aspas.
         Cuando empiece a estar bastante helada o casi granizada, le agregamos el merengue, siempre este recién hecho, y mezclamos el conjunto con movimientos suaves y envolventes.
         Continuaremos con la congelación, batiendo cada exactamente el mismo lapso de tiempo anterior, hasta que dicha amalgama alcance la consistencia de helado.

ü De las picotas, cerezas, o guindas en almíbar:

         En primer lugar, limpiamos las picotas o guindas bajo chorrito de agua fría corriente y, con agua previamente calentada hasta el punto de ebullición, las escaldamos un muy escaso par de minutos.
Inmediatamente las escurrimos y, con mucho cuidado y esmero, les retiramos el hueso. Para ello podemos usar un deshuesador al uso y específico, o las partimos por la mitad y directamente les retiramos el hueso, después, las dejaremos seguir escurriendo sobre paño de cocina limpio, o mejor todavía, sobre papel muy absorbente (recuerden que la mancha de cereza, muy difícilmente se quita, o casi imposible).
         Ahora, mezclamos el agua con el azúcar y, a fuego muy bajo y lento, vamos, sin dejar de remover, calentando poco a poco, hasta conseguir un almíbar espeso, a punto de hilo o hebra (recuerden que a 110ºC, el azúcar alcanza un punto de hebra más gruesa y resistente, de unos cinco milímetros de longitud máxima, que es el que se usa para glasear y para la mayoría de recetas donde no se precisa un punto más concreto o específico, es decir, es el almíbar, digámoslo así, estándar.
         Es realmente importante seguir las recomendaciones de seguridad, sobre todo referentes a las posibles quemaduras. Las quemaduras producidas por el azúcar son especialmente peligrosas y dolorosas, dado el gran poder de acumulación de calor de este, muy por encima del punto de ebullición del agua, por lo que debemos tener especial cuidado en la manipulación, y tener cuidado de que los niños no anden cerca en el momento de la preparación.
         El propio tiempo de cocción dependerá en gran medida de la proporción de agua y azúcar, calculando un mínimo de 300 gramos de agua, por cada kilo de azúcar, o como en este caso, que utilizaremos medio litro de agua por kilo de azúcar.
         Aproximadamente, obtendremos un litro de almíbar que, cuando este haya llegado a su justo punto, le agregamos las cerezas ya escurridas, y las dejamos cocer unos 6/8 minutos, dependiendo del calibre real que tengan.
         Retiramos del fuego, e introducimos la cazuela en otra de mayor tamaño, provista de agua todo lo más fría que se pueda, a fin de cortar el hervor lo antes posible y que no sigan cociéndose. Después, dejamos templar ya más lentamente, pasando las cerezas con el almíbar, a tarros de cristal previamente esterilizados, y dejándolos practicarse el vacío de forma automática, bien cerrados, y en posición invertida, es decir, boca abajo.
         Pero para mayor seguridad en la conservación, lo que podemos hacer es dejar enfriar los tarros destapados hasta el día siguiente, y después, espolvorear dentro de los mismos un par de cucharadas bien colmadas de azúcar adicionales, cerrar los botes herméticamente, y esterilizarlos al baño maría durante unos quince minutos, aproximadamente.
         Después, y una vez enfriados, guardaremos dichos tarros en un lugar limpio, seco, fresco, alejado de posibles fuentes de luz y calor.

ü De la salsa, jarabe, o sirope de chocolate:

         Empezaremos por verter en una cazuelita el agua, el azúcar y, opcionalmente, la esencia elegida y al gusto.
         A fuego fuerte, dejaremos que empiece a hervir, removiendo asidua y constantemente con utensilio de madera, hasta que el azúcar se disuelva completamente. Una vez conseguido esto, retiraremos de fuego, y dejaremos atemperar un poco.
         Aparte, y sobre otro recipiente, añadimos el cacao en polvo pasándolo por tamiz al uso y, cuando la mezcla anterior se haya atemperado un poco, la vamos incorporando sobre el cacao, pero sin dejar de remover con el utensilio, hasta que la mezcla obtenida sea bien homogénea.
         Una vez hecho esto, añadimos la mantequilla, y seguimos removiendo hasta que esta se halle totalmente integrada en la mezcla, y disuelta en ella.

ü De las uvitas para guarnición “dedos divertidos”, o “funny fingers”:

         Estas uvas, aunque de origen australiano, también se producen en España, y son una variedad peculiar que se asemeja más a los chiles, que a las uvas. Y dado que las bayas son de una forma delgada y compacta, más bien el racimo aparenta ser una especie de erizo.
         No tienen semillas, y su sabor es excepcionalmente dulce que recuerda al vino de moscatel.
         El color de la piel de la baya es de un atractivo rojo rosado y la pulpa sin semillas es de color verde pálido. La piel no ofrece mucha resistencia o amargura, y el efecto general del sabor, la dulzura y la forma es extremadamente apetecible y atractivo.
         En boca, las crujientes uvitas estallan como dulce sol líquido.

ü Del montaje final para el horneado del pastel:

         Bien, pues con todo lo anteriormente descrito hecho y preparado, procederemos de la siguiente manera que, aunque les parezca una auténtica burrada, les aseguro que todo ello es absolutamente imprescindible para la consecución de esta pequeña obra de repostería.
         En primer lugar, rallaremos o moleremos el turrón de chocolate con frutos secos, pero sin llegar a grano demasiado fino.
         En dos recipientes o boles al uso, y por separado, añadiendo sendas pizcas de sal, con ayuda de varillas eléctricas, levantaremos a punto de nieve dura las yemas de los huevos, y blanquearemos hasta duplicar el volumen las yemas.
         En el recipiente donde tenemos las yemas, verteremos el turrón rallado, el yogur griego al queso, y las galletas que, una vez hechas y enfriadas, volveremos a desmontar y moler finamente hasta dejarlas como si de harina fina se tratara.
         Añadiremos el bicarbonato y el zumo de limón y, con ayuda de espátula o utensilio de madera, de forma suave y envolvente, mezclaremos el conjunto que, una vez logrado, volcaremos sobre el otro recipiente provisto con las yemas a punto de nieve. Añadiremos un generoso chorrito de miel, y proseguiremos mezclando de forma envolvente hasta conseguir una masa espesa pero cremosa a la vez.
         Seguidamente, volcaremos el resultado sobre un molde refractario de corona, previamente embadurnado con mantequilla o aceite de oliva, y posteriormente enharinado y bien sacudido. Por encima, le espolvorearemos un poco de azúcar normal, pero de forma generosa, y que será la que “a posteriori”, le dé a la tarta ese aspecto de “reventona y crujiente”.
         Llevaremos al horno previamente precalentado a 185ºCy, a mediana altura, dejaremos que adquiera un bello tono marrón tostado, y su volumen crezca algo más de 1/3.

ü De la forma y manera de servir:

         Una vez cocida la tarta, extraeremos el molde y dejaremos enfriar lentamente.
         Una vez enfriada, colocaremos un plato invertido por encima del molde y, en un vuelco de 180º, sin miedos ni titubeos, en un fuerte y seco movimiento de rotación, desmoldaremos el pastel.
         Una vez desmoldado, volveremos a darle la vuelta para que quede con el azúcar quemado por encima, y adornaremos como sigue.
         Con ayuda de jeringa infiltradora, procuraremos regar e introducir el licor de kirsch por todo el pastel y por todas partes
         En las grietas o hendiduras del azúcar, les rociaremos un poco de salsa de chocolate.
         A continuación, con ayuda de manga pastelera o sifón al uso, adornaremos todo el alrededor de la tarta con el chantilly, y finalizaremos con el colofón de las cerezas o picotas y las uvitas “funny fingers” que me ha apetecido ofrecerle en homenaje a esta bonita niñita, en el día de hoy.
         A la hora de servir en mesa, y que no debe de demorarse demasiado, y siempre y en todos los casos bien enfriada la tarta, añadiremos en cada plato la leche merengada preparada, y la regaremos por encima con un poco de salsa de chocolate.
         Todo lo demás que pueden ver en el reportaje gráfico, ya es imaginación pura, y licencias que me he tomado arbitrariamente a fin de hacer que este día de duelo, al menos sea un poco más llevadero.

ü Del maridaje:

         Este pastel o tarta, combina con vinos generosos y dulces, blancos o tintos, fondillones, sidras dulces o, como no, con cavas o champagnes semi secos o del tipo brut nature.
         También con licores dulces, bien de fresa o frambuesa, frutos del bosque, etcétera, o coordinando sabores complementarios como por ejemplo un “kirsch”.

ü Nota:

         Como siempre que realizo una ideoreceta de este tipo, no relato todo lo que conlleva exactamente, porque me lo reservo para la exclusiva explotación comercial.
         Pero tan solo con lo dicho, y alguna que otra cosita más que a ustedes se les pueda ocurrir, verán que es algo de fuera de este mundo.
         Ahora solo queda que lo intenten ustedes mismos en casa, y como siempre, a su manera, y mejor gusto.

Esta humilde propuesta, o idea de cocina, como siempre, y salvo error de transcripción, u omisión, es de ustedes, para ustedes, y para que la gocen y disfruten bien.
         Porque no es que nosotros seamos muy buenos, es que somos buenos porque ustedes son los mejores, y saben dónde, cómo, cuándo, y qué elegir.
         Y también porque ustedes son, para nosotros… extraordinaria, y fantásticamente:
Increíbles, Formidables, y Maravillosos,
pero, sobre todo, ¡Fieles!,
lo mismo que nosotros a ustedes.
         Porque Cocinero Sin Frontera es: ingenio y creatividad; ciencia y medicina holísticas; historia, evolución, y cultura; tradición y filosofía naturales; disciplina y método; estética, diseño, e imagen; y, sobre todo, espíritu de lucha y sacrificio, en aras de conseguir averiguar y poder ofrecer la verdad más honesta, digna, fiel, y pulcra, de la que se pueda disponer y ofrecer.      
         Y todo ello, para ponerlo al servicio de la gastronomía de la comunidad humana global, entre otras cosas, porque nuestras propuestas e ideas de recetas de cultura gastronómica, y de actualidad e interés general, están hechas por el pueblo, y son para el pueblo, porque, si al final de todo, y en tan solo una ocasión, podemos conseguir que alguna persona, en todo el mundo, y alguna vez en su vida, pueda llegar a sentirse algo mejor al elaborarla, aprenda algo nuevo, sea feliz, disfrute con ella, y se sienta realizada como ser humano que es, nuestra labor, nuestro trabajo, y nuestra vida, no habrán sido, para nada, en vano.
        Por todo ello, como siempre, desde siempre, y para siempre, les damos las gracias, a todos, y cada uno de ustedes, porque un solo hombre, puede llegar a dejar huella, pero cuando confluye la sinergia de todos, es cuando realmente se marca la diferencia.
         Nos despedimos pues, hasta mañana, momento en el cual procuraremos presentarles, no mejores ideas, porque al menos para nosotros eso sería tarea imposible, pero si, al menos, bien diferentes, instructivas, y divertidas, como siempre lo intentamos.

Cocinero Sin Frontera, 2019©®
AUT CAESAR AUT NIHIL,
HIC RHODUS HIC SALTA,
ALEA IACTA EST


























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viernes, 2 de agosto de 2019

RESUMEN ESTADÍSTICO SEMANAL 2 de Agosto

RESUMEN ESTADÍSTICO SEMANAL
Cocinero Sin Frontera


Aunque pueda parecer mentira y toda una exageración, esta es pura realidad, porque nuestros datos son públicos y se pueden comprobar y verificar, y porque también siempre hemos dicho que la cultura multiversal y sin pretensiones que arrasa en todas las dimensiones conocidas por el ser humano es, y será siempre… Cocinero Sin Frontera. 
Y ello es debido simplemente al hecho irrefutable de que está hecha por el pueblo, es del pueblo, y es para el pueblo.
Y, además, sin lugar a duda razonable posible alguna.
A las 22´00 horas del viernes, 2 de agosto, de 2019, y que, con su nunca bien apreciada, ni bastantemente 
agradecida ayuda y colaboración, la cifra alcanzada en la última edición semanal ha sido de:

1´001 x 1060 DECILLONES
1.001.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000
UN DECILLÓN MIL NONILLONES
UN DECILIONEUN NONILIARDO
ONE NOVENDECILLION, ONE OCTODECILLION
Esto es lo que hay, y de momento, la cosa no da para más.
Dicen que muchos viven en el cielo, pero que solo unos pocos sabemos mirar hacia las estrellas.
Quien invierte en el futuro, es porque no ama lo que tiene en el presente, y en mi presente, siguen estando todos ustedes.
Estas cifras que se nos facilitan, suponen un incremento cuantitativo aproximado del 680´1%, sobre el resultado del resumen estadístico semanal anterior, en el mismo día de la semana y que, aunque nunca es, ni podrá ser definitivo, porque de normal suele siempre incrementarse entre un 21, y un 29% adicional, sobre el propio resultado obtenido hasta ahora mismo, damos por cerrada con esta cifra el cómputo de esta última, 
como paso previo a la siguiente edición.

Y recuerden siempre que: 
“Un solo hombre, puede llegar a dejar huella, pero entre todos, y cuando sumamos las sinergias, es cuando realmente marcamos la diferencia”.
Mucha gente, y sólo por abstracción mental muy aguda, han intentado llegar a imaginar una cifra como esta, pero solo un hombre en toda la historia de esta civilización, con la nunca bastantemente estimada, y apreciada ayuda de todo el resto de la humanidad, tal y como siempre dice, ha conseguido llegar a poder no solo imaginarla, sino a manejarla real, y palpablemente.

Próxima publicación: sábado, 3 de agosto, de 2019
Cocinero Sin Frontera, 2019©®



15 de Octubre Día del Lavado de Manos

15 de Octubre Día del Lavado de Manos Un gesto tan simple como lavarse las manos con agua y jabón puede ser clave para la supervivencia...