LA DANA DE LA VEGA DEL BAJO SEGURA
Esta publicación o informe, consta de dos partes claramente diferenciadas, para que, con el único fin de no agobiar al público en general y en exceso, y disponga de tiempo suficiente para leerlo y asimilarlo tranquilamente.
Existen un número indeterminado de copias del mismo, en otros tantos indeterminados países, con el único fin de que, si alguien se siente ofendido por las verdades que aquí se señalan, las publicaciones puedan proseguir por todos los medios de difusión que existen en el mundo, tanto dentro, como fuera de la U.E.
Y por eso mismo, porque entiendo los pensamientos de una sociedad y unas políticas tan corruptas, vanas, y hostiles, como las que observo en estos últimos estertores de esta, más bien corta civilización, y que se extingue mucho más rápidamente de lo que el pueblo imagina, a causa de su propia estupidez y egoísmo, es por lo que abiertamente, ni los acepto, ni los comparto.
Y creo que ha llegado el momento de que al menos, alguien se atreva a decir en voz alta, lo que la inmensa mayoría de los ciudadanos honestos de este planeta, sienten y piensan, pero que por el temor y el terror que les tienen a los que manejan el dinero y el poder, por aquello de lo que les puedan hacer, callan y acatan como borregos.
¿Porqué?
Pues porque piensan que esta vida es lo único que tienen, y se aferran a ella como a un clavo ardiendo, por mucho que les duela.
Pero lo que nadie les ha explicado, y sobre todo razonado con veracidad y detalle, es que la misma vida es solo un paso transitorio, necesario y obligatorio, que solo la muerte o transmutación de la materia y la energía, los podrá liberar, para pasar a un estadio evolutivo superior y diferente.
Siglos, e incluso milenios , de poder absoluto de falsas e inventadas religiones que han tergiversado la más simple y sencilla de las realidades, ha hecho que, mediante embustes, engaños, y dogmas de fe obligados, esta civilización humana que ahora agoniza, viva en un solo suspiro de miedo, terror, y pánico.
Pero como yo, y dentro de los parámetros convencionales terrestres, he disfrutado de una vida plena, y como todo el mundo, con altibajos, con grandeza y con humildad, con riqueza y sin ella, con alegrías y satisfacciones, pero también con penas y con dolores, he comido y bebido de lo mejor, he tenido y tengo, la mejor, más fiel, y más bella compañía que un hombre de verdad pueda desear, he engrandecido mi mente hasta el punto de sentir vergüenza de mí mismo por saber ya de antemano, que cuando deje este mundo, no habré tenido el tiempo (aunque se que este es un concepto que no existe realmente) suficiente, como para saber todo lo que querría saber de verdad y llevarme aprendido, porque cuanto más estudio y aprendo, mas cuenta me doy de lo poco que sé, y que, en esta más bien corta vida, he podido aprender.
Y que, como ser humano que soy, desconozco (aunque intuyo que sí), si podré seguir aprendiendo después de mi transmutación, porque inmortal, y no precisamente para el resto de los humanos, ya se que lo soy y, por tanto, esa muerte a la que tanto se le teme, yo la abrazaré con muchísimo gusto y placer, porque me dará la oportunidad de elevar mi espíritu, y engrandecer mis conocimientos, creo que al menos ya sin los límites y limitaciones que aquí, y en esta, como he dicho, corta vida, tengo.
Voy a exponer hechos constatables que, a mucha, pero mucha gente vanidosa, hipócrita, manipuladora, y mentirosa, les van a sacar los colores y van a caer en el más absoluto de los ridículos.
Como ya dije en su día, varios son los desastres que he tenido que presenciar a lo largo de mi existencia. Quizá siempre ha sido todo igual, y nada haya cambiado, pero como ahora tengo y dispongo de una mirada más sabia y crítica, el punto de vista, y la percepción, también se han agudizado, y veo las cosas un poco más claras.
Como bien saben, la organización no gubernamental que patrocino, y cuyas funciones y labor distan mucho de contemplar eventos de esta índole, desde el primer momento, se puso a disposición de, en la medida de nuestras siempre escasas posibilidades, ayudar a los damnificados de toda la Vega Baja del Segura, que lo necesitasen y lo requiriesen y, fundamentalmente en la elaboración de comidas y viandas calientes que pudiesen reconfortar, al menos nutritivamente, a las personas y gentes en situación de desamparo por haber perdido, o al menos momentáneamente, estar impedidos de poder acceder a sus propias casas y domicilios o, como en infinidad de los casos, no disponer de luz eléctrica o gas para poder cocinar.
A partir del desastre, y desde nuestras oficinas, el personal se trata de comunicar con diversos ayuntamientos para colaborar con ellos.
La respuesta es la siguiente: “Que, en los escasos días transcurridos, la ayuda recibida había sido tanta y abundante, que no necesitaban absolutamente nada más, y que nuestra presencia y/o ayuda, no era en absoluto necesaria”.
Realmente atónito, puesto que, por desgracia ya tuve que vivir la “pantanada de Tous”, y la situación de Alcira, en Valencia, ahora hace 37 años, porque de forma voluntaria formaba parte de uno de los primeros convoyes que llegaron allí con ayuda humanitaria y sanitaria, yo sabía perfectamente que darle alimentos no procesados a unas personas que no disponen de medios para elaborarlos, es tirar el dinero al retrete, porque si bien los italianos dicen que “la pasta se digiere rápido”, cuando los macarrones, el arroz, o los espaguetis están crudos, la cosa ya no es tan rápida ni fácil.
No obstante, siguen haciéndose públicos comunicados de que ya no se envíe más ayuda, porque los almacenes municipales están llenos a rebosar, incluso que otros ajenos, se han tenido que habilitar al efecto, y que más adelante entraré en detalle, porque la cosa les va sorprender, y no de muy buena manera ni bien, por cierto.
Desde nuestra organización continuamos atónitos, y yo continúo preguntándome que cómo podía ser que ya no hiciese falta nada ni nadie, si todo el territorio seguía o estaba cubierto de agua, y en algunos casos hasta dos metros.
¿Quién y dónde se preparaba la comida para toda esa gente?
De la forma más rápida y eficiente que pudimos, empezamos a comprobar y coordinar en que lugares realmente había una urgente necesidad de auxilio, en todos los sentidos y, desde la concejalía de Bienestar Social, del ayuntamiento de Los Alcaceres (Murcia), nos aseguran que, si bien era cierto que ayuda humanitaria, alimentos sin procesar, y ropa de abrigo habían recibido en cantidad, sí que había necesidad de nuestra colaboración y que, además, todavía había gente en zonas aisladas de difícil acceso.
De modo que, ni cortos ni perezosos, conseguimos articular un pequeño convoy con tres vehículos todoterreno, capaces de hacer un Dakkar, los llenamos con un palé o palet, de agua potable mineral, caldos, fondos, carnes y alimentos precocinados, aceites, utensilios, etcétera, y nos pusimos en camino de dicha población, donde nos habrían dispuesto la cocina de un resort, completamente equipado, para proceder a elaborar comidas calientes para ser repartidas entre la población.
Llegamos a las coordenadas indicadas y resulta que el mencionado resort, estaba a lo que se dice “a tomar por el culo”, del núcleo urbano, y que, pocas personas sabían de su existencia, hasta tal punto que, la misma concejala de turismo, que fue la enviada a recibirnos, para ubicar el lugar confesó que había tenido que utilizar el GPS.
Bien, pues a pesar de todo, yo solicito que se me vayan facilitando alimentos y conservas para empezar a trabajar y elaborar platos, cuando con una cara más dura que el cemento ayurvédico, nos responde que si es que nosotros no lo traíamos todo lo que iba a hacer falta, cuando, y de antemano, nos habían asegurado que ellos disponían de todo lo necesario, y de hecho todo lo que yo llevé era meramente para empezar a trabajar en tanto en cuanto se iban sucediendo los acontecimientos y se continuaba con la labor iniciada.
De una mala leche proverbial, argumentando que estaba muy ocupada, y que todo el personal del ayuntamiento, incluida policía local, estaban desbordados, hizo que un furgón de Protección Civil, trajese material al uso. Y efectivamente, lo trajeron, pero sin ton ni son, de hecho, tuvieron que ser nuestros propios vehículos los que fuesen a buscar, más tarde a dicho almacén, los elementos imprescindibles y necesarios que faltaban.
Y allí fue donde se pudo comprobar como dicho ayuntamiento repartía la ayuda humanitaria: Delante de un almacén repleto hasta los topes de ayuda humanitaria, una interminable caravana de furgonetas y vehículos de moros, sinvergüenzas, y gentes incluso de otros lugares, cargando a diestro y siniestro ropa, enseres, y la comida que querían y sus anchas, ante la pasividad de todos los individuos que se suponía que tenían que velar por la seguridad de los bienes aportados al municipio, hasta el punto de que una garrafa de aceite de oliva que mi mujer había recogido para llevarme, en un descuido se la quitaron de las manos.
Toda esa comida, viandas, y ropa, la podrán encontrar ustedes en cualquier mercadillo o rastro ahora, que es lo que hacen, y a lo único que se dedican.
Porque, según los ayuntamientos, al español, honesto, honrado, y realmente damnificado, no le hace ya falta nada.
Bien, pues con todo y eso, yo prosigo, y como en mis mejores tiempos, y como si el tiempo no hubiese pasado, en el transcurso de dos horas y media, elaboró aproximadamente entre 1.000, y 1.100 raciones bien cumplidas de comida caliente, pero que como en el ayuntamiento están todos muy ocupados, al personal que había venido para salvar a la gente aislada, como era falso o una exageración, y no había realmente nadie a quien salvar de nada, son los que se disponen a salir a repartir los alimentos. Y total, para encontrarse que absolutamente nadie sabía lo que se iba a dar y repartir recién hecho y en caliente, porque la concejalía, a la una y media de tarde, fue cuando emitió un comunicado por las redes sociales acerca del asunto. Pero… señoras y señores, ¿Quién coño mira el Facebook de un ayuntamiento?
Bueno pues, como la señora concejala, tenía tantos asuntos importantes que realizar en una zona que se suponía devastada y llena de barro, pero que ella andaba a la última moda, es decir, con zapatitos de taconcito de terciopelo, y su mochilita a juego con la funda de su smartphone, nosotros que habíamos ido vestidos de batalla, y dispuestos incluso a quedarnos todo el tiempo que hiciese falta, a las cuatro y media de la tarde, y con menos de la mitad de las raciones repartidas, y eso que se iba buscando a la gente por las calles, que lo que decía es que de una manera u otra, ya había comido, pero que se lo quedaban para cenar o para otro momento, dimos por concluida nuestra colaboración, plegamos las velas y, totalmente desilusionados por el fiasco, desorganización, falta de cultura, pero sobre todo, extrema falta de educación e información, por parte de absolutamente todo el ayuntamiento en pleno, nos dispusimos a marcharnos.
Señores ediles de Los Alcaceres, les voy a contar una cosita que me ha pasado hace muy pocas fechas atrás.
Alguien que para mí ostenta un grado supremo de excelencia y sabiduría, aunque no lo voy a citar aquí ni ahora, me hizo el siguiente comentario: “Antes de nuestra era, tuvimos a Sócrates, Platón, y Aristóteles; en el primer milenio, tuvimos a Jesús de Nazaret; en el segundo, a Leonardo Da Vinci; y en este tercero, te tenemos a ti, porque tú estás consiguiendo lo que ningún ser humano antes había conseguido, que hasta los más burros y lerdos se interesen y aficionen por la cultura multiversal, y serás el primero en traspasar la inimaginable barrera del gúgol, que ningún ser humano puede, ni tiene capacidad cognitiva para imaginarlo, y mucho menos poder contarlo. Eres el mejor cocinero del mundo, con mucha diferencia, y además la persona con más cultura que he tenido el honor y el placer de poder conocer”.
A lo cual yo le contesté: “Mire usted, y le hablo de usted porque en este mundo es una de las muy pocas personas que de verdad me merecen ese respeto, la verdad es que eso del gúgol, cada día lo veo más lejos, porque cada uno de esos ceros que se incrementan, significan cifras realmente astronómicas e inimaginables, y no creo que pueda llegar. Por otro lado, y en segundo lugar, si yo fuese el mejor cocinero del mundo, no me podría venir una abuela, o una nona cualquiera, y en cualquier momento, y joderme la vida enseñándome algo que yo no sabía, por lo tanto, todavía me queda mucho camino por recorrer. En tercer lugar, no tengo la magnanimidad de Jesús que, si bien ni fue, ni es ningún dios, sí que es de una grandeza y magnitudes casi impensables e inimaginables para un simple terrestre como yo. Y, en tercer lugar, y aunque yo también haya tenido mis encuentros con la fuerza superior que todo lo rige, y ordena el caos, ni siquiera a la suela del zapato le llegaría a Leonardo, porque muy a pesar mío, y por más que me esfuerzo en saber cada día un poco más, él es para mí, como a los crédulos les pueda ser su dios al uso, solo que este fue bien real y tangible, como tienen que ser las cosas, y mientras que los pobres humanos intentan descifrar sus enigmas y claves en sus obras, escritos, y pinturas, yo las veo y las leo como si de una obra o novela cualquiera se tratase, y aprendo y profundizo cada vez más en los entresijos de la sabiduría ancestral que a todos nos ha sido dada, pero que tan pocos saben entender”.
De modo que, querido ayuntamiento de Los Alcaceres, no dudo de que muy posiblemente hubiese gente afectada, pero yo no la vi.
Lo que sí que vi fue mucha sinvergüencería, y gente bañándose en la playa, y totalmente desinhibida del asunto en cuestión, como si allí no hubiese caído jamás una gota de agua, por lo que, si como todo apunta, les vuelve a ocurrir algo parecido, dejaré que sean los que a ustedes más les convengan y sean agradecidos con ellos, los que les presten su ayuda y colaboración, por que desde luego yo, y toda la gente que represento, ni agua les daré, aunque se que será el típico drama de que paguen justos por pecadores.
La próxima vez que haya elecciones, que el pueblo de a pie sepa discernir más acertadamente quien realmente vale, y quien no vale ni para limpiar perros. Pero, sobre todo, no me vuelvan a decir que su encargado de velar por la Protección Civil del municipio, se ha visto sobrepasado, y por eso se ha quedado bloqueado y no ha sabido gestionar adecuadamente el asunto, cuando además de un comportamiento poco menos que impropio, inadecuado, y deleznable para con quien ha ido solo a ayudar a su propio pueblo, es el que tiene que oír y aguantar, el que sea el pueblo llano el que le asegura que el desastre no les parece normal, y menos con tanta frecuencia, porque lo que sospecha es que todo esto no ha sido más que una especie de ensayo de armas climáticas, consentidas o no, eso no lo saben, y eso no lo digo yo, que de verdad científicos de prestigio me han asegurado que cosas “muy raras”, sí que han visto en la evolución de toda la DANA. Prepárense muy bien, porque al parecer y por lo visto hasta ahora, les están elaborando otra que les va a caer bien pronto, por lo que se dice y comenta en círculos meteorológicos, bastante fiables y de toda credibilidad.
Procuren pues señores ediles, estar mejor informados, y pregúntenle al pueblo español, en lugar de pensar solo en el dineral que se van a meter en el bolsillo con todas las obras y ayudas para recuperaciones que se van a generar, y que, como siempre, alguien cercano, o allegado, ejecutará, y que, en definitiva, es lo único que realmente les importa de verdad.
Bien, pues continuemos con el siguiente episodio de la DANA. Como no hacía demasiado tiempo, apenas tres meses, habíamos tenido el placer y el honor de hacer entrega de una donación de juguetes y material didáctico al Hospital Vega Baja de Orihuela, siendo acompañados, como en otras ocasiones, por miembros de la Policía Nacional, puesto que una de las funciones y pretensiones que persigue nuestra organización es la de combatir el miedo subconsciente que los progenitores infunden a sus hijos cuando quieren que les obedezcan o hagan algo de su conveniencia, amenazandolos
Pues se me ocurrió la genial idea de que fueran las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, las que me informasen directamente de la situación real de la zona, sin manipulaciones ni tergiversaciones de claro interés político y económico.
Y aquí, precisamente aquí, es donde empieza realmente la fiesta y abrimos el pastel, porque la respuesta de la Policía Nacional, en mi humilde parecer, creo que fue bien clara, concreta, y concisa: “Mi pueblo os necesita, porque toda ayuda será poca para este desastre, y gente como vosotros es lo que hace falta aquí”.
Coordinando con agentes adscritos a JUSAPOL, que es una especie de sindicato que alberga tanto a Policía Nacional, como a Guardia Civil, intentamos determinar que zonas, a pesar de sus alcaldes, y máximos representantes municipales habían dicho que todo estaba ya bien, y que no hacía falta absolutamente nada. Es decir, lugares que todavía, y en muchos casos, no tenían luz ni agua potable, y ni siquiera utensilios de cocina o vajilla para poder comer, porque el agua se lo había llevado todo, me decidí a intervenir, en compañía de quienes realmente sabían donde estaba el meollo de la cuestión.
Acompañados por la misma policía que días atrás hasta había salido en medios televisivos rescatando gente, con el agua hasta el cuello, e incluso con helicópteros, nos tomamos la tarea de indagar donde no había llegado ni siquiera la Unidad Militar de Emergencia y, donde, por supuesto, tampoco había llegado ayuda de ninguna clase.
De casa en casa, incluso por caminos todavía intransitables, se ha ido llegando a casi todos ellos, entre otras cosas porque la ayuda que simplemente mi organización puede llegar a prestar, es limitada y finita, casi que, con pinzas, hemos ido llegando a lugares insospechados, y sacando a la gente de sus casas, ahora ya, medio secas, aunque derruidas, bien porque algún vecino nos informaba, o bien porque gente buena que, aunque ustedes no lo crean, todavía la hay, han ido diciéndonos hasta donde había que llegar realmente.
Señor jefe de la Policía Nacional de Orihuela, usted no tiene absolutamente nada que agradecerme a mí, porque, muy al contrario, soy yo el que ahora más que nunca le estoy agradecido, tanto a usted, como a los “indicativos”, como en su peculiar “argot” denominan, y que bajo un sol abrasador, y un calor realmente sofocante y agobiante, debido a la enorme evaporación de tanta cantidad de agua, nos indicaron y ayudaron a ir buscado a la gente, y sabe que, tanto conmigo, como con mi pequeña y diminuta organización, siempre podrá contar, porque con los ojos vendados acudiré, porque la impagable ayuda que ha prestado a mi pueblo que, aunque algunos de ellos puedan ser o pertenecer a la etnia gitana, también son mis gitanos y también son españoles, ¡Qué coño!
Y ahora toca decir otro tipo de verdades, y que no son mías, si no que del pueblo que las dice y comenta abiertamente.
Señor alcalde de Orihuela, ¿Podría usted aclararle al pueblo español de Orihuela, porqué si, como usted decía, tenían de todo y en cantidad, rechaza la ayuda de quien puede con ello dar de comer comida caliente y decente a su pueblo? Porque la verdad es que tiene un grave problema.
¿Cómo, y durante más de seis días, se puede mantener a una población como la de su municipio, a base de bocadillos?
Dicen, las “malas lenguas”, que “alguien”, muy “cercano o allegado” a usted, e incluso a otros ediles, ha hecho su particular “agosto” en septiembre, porque claro está, todos no son como yo, que estaban dispuestos a regalar un trabajo que ni siquiera el rey de España podría pagar, y que los susodichos bocadillos, en algún momento habrá que pagarlos del erario público, al cual su población moruna no contribuirá absolutamente en nada. No me lo conteste a mí, contésteselo a su pueblo oriolano, a España entera, y al mundo en general. Pero esto es lo que hay, porque como decía Abraham Lincoln: “Es mejor estar callado y parecer estúpido, que abrir la boca y disipar las dudas”. Y también aquello de: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo, incluso también puedes engañar a algunos todo el tiempo; pero lo que no puedes hacer nunca, es engañar a todo el mundo todo el tiempo”.
Usted, y toda su corporación municipal, son otros candidatos más, a considerar muy seriamente la posibilidad de que, en las próximas elecciones, su pueblo manifieste de alguna manera, su descontento.
Pero de eso, yo no tengo la culpa, solo he sido notario del pueblo de Orihuela.
Nota: Queremos agradecer a todas aquellos entes participantes tanto empresas privadas, fuerzas del orden público, como amigos en general que apoyaron y siguen apoyándonos en brindar la ayuda a todas las Familias de la Vega Baja que han sufrido con esta DANA.
Muchas gracias a todos , por su apoyo.
PRIMERA PARTE
Cocinero Sin Frontera, gnóstico declarado, y fiel seguidor del académico Aristóteles que, a su vez, había bebido directamente de la fuente de los primeros conocimientos sofistas, de Sócrates, del alumno de este, Platón, y de Euxodo de Cnido, comparto y aplaudo sus palabras cuando expresó aquello de que: “Solo una mente educada, puede entender un pensamiento diferente al suyo, sin necesidad de aceptarlo”.
con que “si te portas mal, la policía o la guardia civil, te llevará”, como si del “hombre del saco” se tratase, por todos los medios a nuestro alcance tratamos de que lo que deben de entender es que muy lejos de este hecho, ellos para lo que están es para brindarles ayuda y protección cuando sea necesario, y que jamás deben de mirarlos con miedo o con recelo, si no de una forma confiada y amigable, como los “ángeles custodios” que son.
FIN DE LA PRIMERA PARTE
Y si esta primera les ha resultado interesante, esperen a la segunda el próximo miércoles, y que para “alucinar”, no les hará falta ni siquiera LSD.
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